Asociaciones y pensionistas se movilizarán porque » en la última década, casi un millar de pequeños comercios han cerrado por la desindustrialización y el apoyo de las instituciones públicas a las grandes superficies».
Y, además de la tasa de paro del 13%, una de las más altas de Euskadi, las estadísticas oficiales señalan que 22.000 barakaldeses tienen un trabajo precario.
Por ello, el Centro Asesor de la Mujer Argitan, Pentsionistak Martxan, la plataforma contra la exclusión Berri-Otxoak, y activistas sociales y sindicales han anunciado una campaña de protestas, que finalizará el 30 de enero con la huelga general.