Los trabajos, que ejecuta Iberdrola, comenzaron a finales de agosto en la calle Lurkizaga, junto al colegio Arteagabeitia, para solucionar los problemas eléctricos que los vecinos de la zona han sufrido en más de una ocasión.
A este contratiempo se ha sumado otro. Muchos escolares se ven obligados a cruzar la carretera y acceder al centro por la zona de obras.
Dado que ninguna patrulla de la Policía Local se ha acercado todavía para regular los accesos, los padres se han convertido en “agentes de tráfico”.