2 años después, la compañía matriz General Electric ha planteado esta semana al comité de empresa su intención de cerrar la planta; con una plantilla de 147 trabajadores.
Alega que el sector está sufriendo una gran transformación en los últimos años como consecuencia del débil contexto macroeconómico global, el traslado de la demanda hacia economías emergentes, el surgimiento de nuevos competidores y, sobre todo, la fuerte presión sobre los precios.
Sin embargo, los trabajadores creen que se trata de un claro ejemplo de deslocalización; esto es, que la dirección quiere llevar la fábrica a otro país donde la mano de obra es más barata.