Tratan de conjugar la necesidad de prevenir contagios de Covid-19 con la explotación agraria para el autoconsumo.
«Solo puede acudir una persona por huerta y el tiempo estrictamente necesario. Y en el caso de huertas de colectividades, se permite la presencia de un máximo de 10 personas en la parcela, manteniendo en todo momento el distanciamiento social entre ellos.
Estas pautas están basadas en el punto 14 del documento ´Criterios de aplicación de Ertzaintza y Policías Locales sobre la Alarma Sanitaria’ aprobados por el Gobierno Vasco, en su última revisión, del pasado 15 de abril.
En ese escrito, se permite «la recolección de productos, labores de mantenimiento, preparación del terreno para la siembra y planta, la propia plantación y siembra, así como el riego y abono» de las huertas familiares. Eso sí, no se contemplan las huertas ubicadas en segundas residencias.