El material resultante servirá para elaborar mobiliario urbano, como bancos, papeleras, o los propios contenedores de recogida.
Con ese material reciclado la empresa responsable del servicio fabricará unos recipientes para guardar las cápsulas que se generen en casa y llevarlas al contenedor.
El marro de café, por su parte, se convertirá en sustrato para jardinería o pellet.