El Ayuntamiento ha invertido 1,1 millones de euros en unos depósitos con mayor capacidad, menor altura, con la boca más baja, y con un sistema de bloqueo ante el viento.
Además, los contenedores de resto contarán con una palanca lateral que facilitará su uso a las personas con movilidad reducida.
Todos ellos dispondrán de pictogramas o imágenes que identifican el residuo que se debe depositar en su interior.
En estos momentos se están fabricando los nuevos contenedores, que llegarán a la ciudad a lo largo del verano, instalándose de manera paulatina.