Hoy nos podíamos haber fijado en el ejemplo de cualquier mujer luchadora, pero, en su caso, ha sido homenajeada, en el centro de día de Trapagaran, coincidiendo con el 8 de marzo, por la dura vida que ha llevado.
Nos hace darnos cuenta de que, habiendo alcanzado hoy algunas cotas de igualdad, aún quedándonos mucho camino por recorrer, nuestras amas y amamas lo tuvieron todavía más difícil.
Carmen, trabajó en el campo siendo una niña en su Andalucía natal.
Se casó por amor con un hombre pobre que se vino a trabajar a Euskadi como minero. Es entonces, cuando se quedó sola y recurrió a la mendicidad para poder comer; sus hijos saben lo que es pasar hambre de niños .
Una vez reunida la familia en La Arboleda y pese al duro trabajo de las minas, su vida fue mejorando con el transcurrir de los años.
Cuando hubieran podido disfrutar de un merecido descanso, su marido, Jacinto, falleció a los 76 años.
Ahora Carmen tiene 89 y puede decir con orgullo que le viven sus 10 hijos. Además, tiene 25 nietos y 10 biznietos.