Los dos carriles dirección Cantabria, en su parte final, se mantendrán pero las obras sumarán un nuevo carril hacia Bilbao dejando uno solo sentido Barakaldo.
Como espacio para una posible emergencia, se habilitará un carril en voladizo, que hará las veces de arcén, junto a las viviendas del Grupo San Luis.
La Diputación instalará pantallas acústicas en el margen derecho de la carretera para mitigar el impacto acústico del tráfico.
Dada la envergadura del proyecto y el importante volumen de tráfico, la obra se realizará en diferentes fases.
El plazo de ejecución de los trabajos es de 21 meses, y cuenta con un presupuesto de 12 millones de euros, cofinanciados con fondos europeos y forales.