2 columnas partirán a las 12 del mediodía desde los ayuntamientos de Ortuella y Trapagaran para confluir en la rotonda de Argare.
A los históricos malos olores que genera esta industria, se une ahora el temor a que emita dioxinas al aire, potencialmente cancerígenas.
Los convocantes aseguran no querer ser alarmistas pero, apuntan, hoy en día ”a este tipo de empresa no le darían permiso para instalarse donde está ubicada”.
Se quejan también de la falta de información a la ciudadanía y de la indiferencia institucional.
Inicialmente, se dijo que la empresa tenía carácter estratégico para el Gobierno Vasco pero que era muy costoso su traslado.
Ahora, la excusa sería que ningún municipio estaría dispuesto a acogerla.
Los denunciantes se han visto obligados a recurrir al Ararteko para que recuerde al ayuntamiento sus obligaciones de informar y, constituidos en plataforma, se han dirigido directamente al departamento de medio ambiente del Gobierno Vasco para que les enviara información del proceso de controles realizados; porque el ayuntamiento de Ortuella, según señalan, “incumpliendo las propias mociones que ellos mismos aprueban”, les ningunea.
En este sentido, reclaman voluntad política
Actualmente, están a la espera de los resultados de la evaluación de ruidos realizada hace ya 3 meses.
Recuerdan que la sebería no deja de ser una incineradora de animales y otros restos orgánicos y se preguntan qué es lo que, en realidad, se está quemando .
No obstante, en el proceso de traslado que reivindican, consideran fundamental que se respeten los puestos de trabajo.