Ha sido arrancado de cuajo, mientras que en el lavabicis ha habido que reponer las mangueras en 6 ocasiones.
No ha sido posible identificar a los autores de este acto de “vandalismo”, pese a la presencia de cámaras de videovigilancia en la zona.
La instalación, que costó alrededor de 3.000 euros, será repuesta.