Medio centenar de vacas, caballos o burros han muerto atropellados en esta variante desde su inauguración.
Pero, además, son incontables las muertes de otras especies de fauna local como jabalíes o tejones.
Los ganaderos alertan del peligro para los conductores, y reclaman iluminación porque por las noches esta carretera es «como la boca del lobo».