Ayer se celebró la primera sesión presencial, con los concejales que integran la corporación y el público, desde el inicio de la pandemia.
A ella acudieron trabajadores del taller USOA que reclamaron “a gritos” sus derechos laborales.
Tras tres avisos, la alcaldesa, Amaia del Campo, ordenó desalojar la sala y el pleno continuó a puerta cerrada.