Los adoquines sueltos o rotos, y los hundimientos, son constantes.
Esto genera molestias de manera continuada como baches y charcos, además de ruidos por el paso de vehículos.
Asimismo, las reparaciones no duran apenas tiempo.
Para la coalición abertzale es evidente que el pavimento escogido en su día no ha resultado ser el más adecuado para el tráfico rodado.
Han presentado una enmienda a los presupuestos municipales de cara a reservar una partida con la que, por lo menos, poder comenzar esa rehabilitación por algunas calles.