Miguel Ángel Gómez Viar ha explicado que cualquier empresa que se haga cargo del servicio tendrá que «asumir» a los empleados, ya que , por ley, está obligada a la subrogación del personal.
Precisamente, en la actualidad «se están dando los pasos» para licitar el contrato, que no sale a concurso desde hace 10 años.
Igualmente, se ha solicitado una auditoria para certificar que el Ayuntamiento debe más de un millón de euros a la empresa, tal y como afirma la adjudicataria, a consecuencia de que el canon que se le abona fue fijado en 2014, y desde entonces se han incrementado los gastos energéticos y de personal.
La situación actual «·no es para estar orgullosos» ha reconocido el máximo edil, que, según ha añadido, está, «trabajando para arreglar un problema heredado».
En cuanto a las protestas de los trabajadores, el «cierre patronal», que no huelga, ha dicho el alcalde, perjudica principalmente a los vecinos.