Tras prohibir pernoctar en el aparcamiento de Itsaslur, el problema se ha trasladado ahora a los aledaños de la playa de la Arena.
Las personas acampadas en uno de los laterales de la carretera acostumbran a hacer sus necesidades en el paseo fluvial del Barbadún; papel higiénico, compresas, tampones y excrementos aparecen diseminados por los matorrales.
En palabras del alcalde, Edu Briones, el problema no son las autocaravanas de los turistas, que están equipadas para la recogida de las aguas grises, sino otro tipo de vehículos, como furgonetas e incluso un camión, que se han asentado sin permiso en este espacio destinado a parking.
Hasta que la ordenanza que lo regule entre en vigor; un trámite que llevará su tiempo; como medida urgente, el Ayuntamiento instalará “en breve” un gálibo, además de señalización, en esta zona de aparcamiento.
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