Dos paneles recuerdan la historia de este horno de calcinación, único en toda la Zona Minera, y que fue levantado entre 1958 y 1962 por la compañía Franco-Belga.
El Gobierno Vasco lo declaró Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento, el 1 de febrero de 2008.
Se puede conocer su historia a través de los paneles interpretativos colocados, uno, junto al propio horno, en Golifar, y otro, en la calle Catalina Gibaja.