La notable reducción de la aportación de la Diputación al Ayuntamiento por el descenso de la recaudación en Bizkaia, y las devoluciones de cuotas de personas asociadas al polideportivo o al SKA, entre muchas otras, se traduce en una minoración de al menos 4,7 millones de euros en los ingresos que este año recibirá el consistorio.
Para que las cuentas municipales puedan adaptarse a este nuevo escenario, el Equipo de Gobierno se ha visto en la obligación de elaborar una batería de actuaciones que tienen como objetivo compensar esta inesperada merma en los ingresos , derivando las partidas de acciones menos prioritarias a las nuevas necesidades.
Una de estas medidas ha sido la elaboración de un Plan de Racionalización, con vigencia hasta 2022 y que será tratado en pleno en la sesión de esta semana, con el que se facilitará la jubilación anticipada de personal municipal, una medida a la que podrán acogerse voluntariamente los trabajadores, y que conllevará un ahorro significativo en las arcas municipales, reorganizando los servicios y adaptando la institución hacia una administración electrónica.
Además, y teniendo en cuenta la significativa reducción en la actividad que las asociaciones y demás colectivos está pudiendo llevar a cabo durante este presente ejercicio debido al estado de pandemia, una importante parte de las subvenciones que muchas de ellas reciben del ayuntamiento se verán adaptadas temporalmente a la actividad real, lo que conllevará un ahorro de alrededor de 150.000 euros en el caso de las asociaciones deportivas y un importe similar en las de ámbito social.
Asimismo, la partida de actividades de dinamización cultural del Serantes Kultur Aretoa se verá reducida en 720.000 euros, como consecuencia de la suspensión de las fiestas y de otras tantas actividades culturales que no es posible programar en estas circunstancias.
Fruto de la nueva situación económica generada por la pandemia, también se ha debido paralizar de forma temporal varios compromisos adquiridos con la ciudadanía en materia de inversiones, como las reformas integrales de las calles Iparragirre, Cervantes, Pedro Icaza… o la construcción de un nuevo pabellón para la gestión de residuos que hubiera permitido avanzar en el progresivo derribo de los pabellones del puerto pesquero.
Ante esta situación, el Ayuntamiento trabaja en la adaptación de las tasas e impuestos municipales a la nueva realidad, reorientando la actualización de los mismos y estableciendo bonificaciones para las personas en situaciones más precarias. Así, un primer paso para este ejercicio es la paralización temporal de las ayudas al pago de la vivienda habitual otorgadas en años anteriores, reorientando esta cantidad hacia las ayudas de emergencia municipal, a través de las cuales se ayudará en este pago a las personas en peores circunstancias.
El equipo de Gobierno ha procedido también a reajustar las partidas de prácticamente la totalidad de los servicios municipales, priorizando las destinadas a tres aspectos básicos, como son la atención a necesidades sociales, limpieza viaria y mantenimiento de calles mediante las BAIS.
La dura situación que ha generado esta pandemia requiere «arrimar el hombro», ha dicho el portavoz municipal Joseba Ramos.