2 pisos propiedad del consistorio se encontraban anegados de aguas fecales, causando terribles molestias a una vecina de avanzada edad.
María, de 86 años, había venido soportando durante años un olor nauseabundo, además de vivir con el miedo de que los corroídos cimientos de su casa pudieran venirse abajo.
Finalmente, el consistorio ha procedido a la limpieza de los 2 inmuebles de su propiedad, que ocupan los bajos del edificio.
El Ayuntamiento deberá ponerse ahora de acuerdo con el resto de propietarios para decidir el futuro de este viejo bloque, ubicado, hoy por hoy, en una zona industrial.