Y lo hace a través del reparto de otros tantos «panetones», un dulce típico de navidad, donados por una empresa.
Las beneficiarias son familias con hijos, seleccionadas de entre las cerca de 800 que son atendidas por esta entidad en la localidad marinera.
El año pasado llegaron a ser más de un millar .
Los voluntarios del Banco de Alimentos santurtziarra confiesan que la pandemia les ha «doblado».