El último recurso presentado por Federico Martínez contra el proyecto de construcción de 125 viviendas protegidas, estimado por la justicia por un defecto de forma, no hace sino retrasar aún más el realojo de sus vecinos de El Roble.
Y así llevan 40 años esperando…con sus casas fuera de ordenación urbana.
Consideran que los vecinos de Federico Martínez, y más en concreto su portavoz vecinal, se oponen a la construcción de vivienda pública por egoísmo.
Y es que los nuevos pisos, que, según se aprecia en la infografía, se levantarán con una separación similar a la “anchura de Carlos VII”, les quitarán “las vistas”.
Además, los vecinos de Federico Martínez perderán las huertas que han venido ocupando, y no las campas de Repélega, “que desaparecieron hace muchos años”, aclaran.
En este sentido, El Roble acusa a Federico Martínez de intentar confundir a la ciudadanía jarrillera con falsos argumentos de pérdida de zonas verdes.