El almanaque que tradicionalmente regala el Ayuntamiento a sus vecinos, debido al Covid, por segundo año se depositará en los felpudos con el fin de minimizar contactos.
En esta ocasión, las imágenes que componen el calendario hacen un repaso a la historia del municipio jarrillero desde su fundación como villa en 1322.
Así, el Portugalete medieval o el de los siglos 18 o 19 ilustran los diferentes meses.