El concejal de urbanismo, Jon pesquera, vincula el » incremento sustancial » de actos vandálicos en la villa a las consecuencias derivadas de la Covid19.
En los últimos tiempos, son reiterados los daños deliberadamente provocados en rampas mecánicas, ascensores urbanos y parques infantiles.
El más reciente ha dejado fuera de servicio el ascensor de Ázeta, donde, a pesar de la presencia de cámaras de vigilancia, la botonera ha sido arrancada de cuajo.