El puerto impide desde esta semana el acceso de coches, una vez la base de los remolcadores se ha trasladado al puerto exterior.
La autoridad portuaria, propietaria de este espacio, reparará un hundimiento causado, precisamente, por el paso de vehículos; y el Ayuntamiento instalará bancos con el objetivo de dar continuidad al paseo del muelle viejo y convertir el dique en una zona de estancia para los vecinos, que fue el objetivo de la reforma realizada en 2014.