Mediante los testimonios de una veintena de trabajadoras y trabajadores de grandes fábricas como Altos Hornos de Vizcaya, Artiach, Backock & Wilcox, Dalia, Euskalduna, La Naval, Nervacero o La Encartada, se retrata la arquitectura física, social y política del período histórico de la segunda industrialización de Bizkaia comprendida entre los años 1950 y 1990.
Además de defender y preservar el patrimonio industrial, la obra se afana en rescatar el alma de quienes dieron la vida a esas instalaciones, los relatos de las trabajadoras y trabajadores, protagonistas de la conquista de derechos para el conjunto de la sociedad, gracias a su esfuerzo personal y las luchas colectivas.
El Departamento Foral de Empleo, Cohesión Social e Igualdad ha impulsado y financiado el trabajo realizado por Mikel Toral y Txutxi Paredes
La Diputada de Empleo, Teresa Laespada, ha calificado el documental «La fábrica de mi padre» como «un trabajo de memoria justo y necesario de la Bizkaia industrial de la segunda mitad del siglo XX, que se basó en el trabajo duro y generoso de miles de personas que trajeron con su sudor y sus afanes gran parte de la riqueza que hoy disfrutamos en este Territorio Histórico».