Iñigo Urkullu ha visitado hoy, acompañado de la Consejera de Salud, Gotzone Sagardui y la Directora General de Osakidetza, Rosa Pérez Esquerdo, la sede que la Red de Vigilancia y Control de la COVID-19 tiene en el centro de salud del barrio barakaldés de Rontegi.
Urkullu ha enfatizado la importancia que tiene que la población colabore con los rastreadores para frenar el virus
La red nació con 36 enfermeras gestoras.
A día de hoy, cuenta con más 700 profesionales, dentro de los parámetros establecidos por la OMS.
La magnitud del trabajo de este servicio de vigilancia queda patente en los 150.000 casos positivos identificados en Euskadi, y en las más de 2,2 millones de pruebas diagnósticas realizadas, la gran mayoría de ellas, fruto de rastreo de la red.
Se trata de una Atención integral, puesto que su trabajo no es sólo epidemiológico; es asistencial. Los profesionales que contactan con los casos positivos y sus contactos tienen como objetivo informar, dar pautas para un correcto aislamiento, activar recursos sociales si son necesarios y educar para el mantenimiento de la salud.