Pese a estar desconectado de la red de agua potable de Barakaldo, la Plataforma por la Desconexión de Oiola asegura que estos datos echan por tierra la teoría de URA de que cada vez hay menos presencia de este material contaminante.
El colectivo ecologista pide al ayuntamiento que no vuelva a abastecerse del embalse hasta que el riesgo para la salud sea cero.