El acuerdo promovido por EH Bildu y Elkarrekin Podemos se ha aprobado por unanimidad en la Comisión de Medio Ambiente.
De esta forma, el Parlamento Vasco reconoce la deuda social y ambiental que existe con la población de los enclaves más antiguos del barrio de Repelega, consecuencia del deterioro intenso y prolongado que el desarrollo industrial ha provocado en la zona.
Los grupos parlamentarios considera, asimismo, que una planificación urbanística moderna debe propiciar un equilibrio adecuado entre desarrollo residencial, equipamientos y espacios verdes, y que dicha planificación debe realizarse con la participación real y efectiva del vecindario afectado, siendo responsabilidad de las instituciones competentes la búsqueda del máximo consenso posible en torno a las soluciones urbanísticas que se pretendan adoptar.
Por último, el Parlamento Vasco insta al Gobierno Vasco a que presente al Ayuntamiento de Portugalete la modificación del Plan Especial SUNC-1 con el fin de dar una respuesta adecuada a las necesidades de todos los colectivos vecinales más directamente afectados; garantizando por igual tanto la promoción de las viviendas destinadas al realojo del vecindario de El Roble, que se encuentra en situación precaria y cuya construcción no debe retrasarse más, como la mejora de la calidad de vida del vecindario de la calle Federico Martínez.
Estos últimos son los que venían demandando desde hace 2 años la modificación del plan para evitar que desaparezcan las históricas campas de Repélega y que sus viviendas queden encajonadas por las nuevas construcciones proyectadas.