Data de 1927 y es uno de los pocos ejemplos de puente giratorio que se conservan en el mundo. La Diputación ha invertido 1,3 millones de euros en restaurar la estructura metálica, afectada por la corrosión, y en reposicionar las pilas del puente.
La restauración de las dos piezas de la pasarela metálica se ha realizado en un taller de Carreño, Asturias, y debido a sus dimensiones y peso, de aproximadamente 23 metros de longitud y 14 toneladas de peso cada una, el traslado hasta Ondarroa se ha realizado mediante sendos transportes especiales.
Una vez colocada en su lugar original, en las próximas semanas se procederá a los últimos ajustes para su puesta en servicio.
Para ello, se procederá a instalar elementos como las barandillas o el tablero de madera, completar la urbanización en ambas márgenes y realizar los últimos ajustes y pruebas del mecanismo de giro.
El puente giratorio o puente de la playa está catalogado como Bien Cultural con la categoría de Monumento en el Inventario General del Patrimonio Cultural Vasco.
Ante el deterioro causado por la corrosión, en junio de 2019 se inició la rehabilitación de sus tres elementos principales: estructura metálica, mecanismos de giro y pilas.