En el periodo 2018-2019 la cifra ascendió a 130. De estos, 22 optaron por sesiones de sensibilización o trabajos para la comunidad, a cambio de pagar la multa.
Es una alternativa que el Ayuntamiento ofrece a los jóvenes, de hasta 18 años, sorprendidos consumiendo sustancias o alcohol en la calle, pero el año pasado todos los chavales sancionados prefirieron pagar la multa a realizar trabajos comunitarios.