La intención era sustituir el césped este verano.
Sin embargo, el ayuntamiento de Barakaldo lleva casi 3 meses esperando a que el departamento de medio ambiente del Gobierno Vasco, en manos del Partido Socialista, le responda al plan de excavación presentado; un trámite exigido ya que este equipamiento deportivo se construyó sobre un antiguo vertedero en suelo, previsiblemente, contaminado.