Los trabajos para construir los aterpes de los patios de ambos centros escolares deberían haber empezado en julio.
El retraso es debido a que el ayuntamiento se vio obligado a cambiar de empresa al descubrir que la que ganó el concurso no respetaba los materiales exigidos.
Y la seguridad es básica para los responsables municipales; y más ahora que los alumnos deberán convivir con las obras.