Si en el siglo 19 los explotados eran los mineros de Meatzaldea para extraer el hierro que impulsaría la industrialización de Europa; en 2022 esa mima situación de miseria y semiesclavitud se traslada a El Congo.
El objeto de deseo ahora es el Coltán; un mineral escaso e imprescindible por su conectividad para fabricar todo tipo de aparatos electrónicos, especialmente los teléfonos y tablets de última generación.
Una región de El Congo alberga el 80 % de las reservas mundiales.
5.000 mineros; la mitad de ellos menores, trabajan cada día de sol a sol en pésimas condiciones de seguridad, dando lugar a frecuentes accidentes y muertes.
Alumnos de 2º de la ESO del instituto de Ortuella, en colaboración con la ONG Alboan, han preparado una exposición en la OKE; una muestra fotográfica que no debería dejar indiferente a nadie.