No ha habido misa, ni aurresku, pero como cada 16 de julio, vecinos de Barakaldo, Sestao, Portugalete y hasta de Lezama y Amurrio, se ha acercado hasta la hornacina para honrar a la virgen.
La tradición en la zona se remonta casi 3 siglos.
No ha habido misa, ni aurresku, pero como cada 16 de julio, vecinos de Barakaldo, Sestao, Portugalete y hasta de Lezama y Amurrio, se ha acercado hasta la hornacina para honrar a la virgen.
La tradición en la zona se remonta casi 3 siglos.