Han distribuido imágenes de ovejas famélicas tras un mes de incautación en instalaciones forales.
Es el caso del rebaño de Olga, una ganadera de Triano, a quien, según denuncia, le requisaron 16 animales el 16 de septiembre y le han devuelto sólo 14 ovejas el pasado 13 de octubre.
2 se encontraban en estado deplorable hasta el punto de que una de ellas ha muerto y otras 7 han abortado.
Esta propietaria considera que la Diputación Foral de Bizkaia “ha dejado morir de hambre” a sus animales, que habrían pagado las consecuencias del conflicto por el derecho de pastos entre ganaderos e institución foral.
Diputación desmiente categóricamente estas acusaciones , asegurando que el veterinario ya hizo constar al día siguiente de la incautación; realizada por no contar con autorización para el uso de los pastos en los que se encontraban los animales , que «una de las ovejas se encuentra en estado muy bajo de carnes, mientras el resto presentan estado de carnes moderado y pelaje de invierno;lo que quiere decir que no se las había esquilado en verano».
(se trata de la oveja que se encuentra a la derecha de la imagen)
La persona que recogió los animales, hija de la titular de los mismos, aseguró que le faltaban dos cabezas de ganado, circunstancia que el veterinario descartó, comprobando en el acta de retirada de las ovejas que se recogieron 14 cabezas cuyos números de identificación constan en dicho acta y son los mismos que se entregan a esta persona el 13 de octubre.
Tras la entrega de esos animales, un veterinario foral redacta el correspondiente informe de entrega en el que, ,además de la identificación de las ovejas y de la persona que las recogió, se hace constar que en la finca donde se depositan los animales hay bordes afilados y salientes de chapas y estacas susceptibles de herir a las ovejas.