Los episodios se repiten cada vez que arranca la planta.
Tanto la empresa como el Gobierno Vasco aseguran que no se trata de escapes contaminantes; No obstante, los responsables municipales se declaran ”preocupados y ocupados”.
A mediados de noviembre mantendrán una reunión con la viceconsejera de medio ambiente porque su propósito es que el humo amarillento desaparezca del cielo santurtziarra.