Los hechos se desarrollaron entre las 21:00 horas del viernes y la 1:30 del sábado.
Un particular se puso en contacto telefónico con la policía para avisar de que se habían congregado entre 50 y 60 personas en la entrada de la iglesia de San Miguel, sita en la calle La Iberia.
Según el denunciante, estas personas se encontraban realizando una batucada y , al parecer, estaban tratando de forzar la puerta de acceso.
Acudieron al lugar 2 patrullas de la Policía Local con apoyo de la Ertzaintza, que dieron aviso al responsable del local, una persona perteneciente a la Diócesis de Bilbao que, inmediatamente, interpuso denuncia.
La mayor parte de los congregados se marcharon de forma voluntaria y , según informan fuentes del Ayuntamiento de Sestao, la policía se encargó de desalojar del local a unos «2 o 3 chavales», dando por finalizada la actuación.
Vecinos del barrio Txabarri , organizados en la auzoa asanblada Burrunba, llevan tiempo denunciando la «situación de abandono» de la zona :» pobreza
escandalosa, exclusión, racismo, suciedad, plagas, ruido, abandono, contaminación y una alarmante falta de servicios públicos y espacios comunitarios». Mientras tanto, continúan en un comunicado, » las instituciones han optado por la turistificación y la gentrificación, desmantelando cualquier plan social, en favor de sus intereses económicos y partidistas».
Ante este escenario, el pasado viernes 31 de enero, tras realizar una kalejira «contra la gentrificación y la especulación que nos expulsan de nuestro propio barrio», decidieron «abrir» la parroquia de San Miguel, un espacio más en desuso dentro del barrio.
«Estamos hartas de que la mafia institucional actúe con total impunidad mientras Txabarri se hunde en el abandono», concluyen.