Dicen estar cansados de la precariedad que les afecta desde hace años.
Sueldos que rondan los 800 euros, viviendas a las que no pueden acceder por su alto precio, falta de ayudas económicas…
Por ello han dado “un golpe sobre la mesa” y presentarán una moción en el mes de abril, “por el pueblo en el que quieren vivir”.