Y lo hacen contando directamente su propia experiencia.
Unai Garma tiene ahora 27 años; Era aún menor de edad cuando se enganchó a las apuestas deportivas; las consecuencias fueron terribles para él y su familia.
Ahora conforma, junto con Álvaro Beristaín, otro joven que ha vivido en primera persona el infierno de la ludopatía, la entidad «A 90 Grados».
Mañana miércoles, de la mano del área de prevención de drogodependencias del Ayuntamiento de Portugalete, ofrecerán una charla a las 6 y media de la tarde en el centro cultural Santa Clara.