Sólo en una de las viviendas se llegó a confirmar esa sospecha, aunque no fue necesario remitir el caso a Fiscalía.
En su conjunto, los equipos de inspección realizaron el año pasado más de 5.800 revisiones para verificar la atención que reciben las personas dependientes o con discapacidad, en sus hogares.
En muchos casos, las situaciones de riesgo también afectaban a los cuidadores.
Los inspectores forales comprobaron, en 50 de sus visitas, una “alta sobrecarga” de trabajo en esas personas, como ha detallado el diputado de acción Social, Sergio Murillo.