Este verano, se llevará a cabo un proyecto piloto en uno de los 28 arenales, donde el personal de limpieza recogerá estos objetos, los analizará lo que se reúna y luego se decidirá su destino.
Así lo ha decidido las Juntas Generales a raíz de una iniciativa de EH Bildu en la que se planteaba colocar cajas en las playas para depositar los juguetes perdidos u olvidados. Una forma de que sus dueños pudieran recuperarlos o si no que otros niños pudieran utilizarlos.
PNV y PSE han presentado una enmienda con el objetivo de dar “un paso intermedio previo”; esto es, analizar si esos artículos que se recogen son adecuados o si tienen riesgos, y después valorar su destino.