Y eso a pesar del mal tiempo del sábado.
Los organizadores tuvieron que reponer género para poder atender la demanda del domingo.
La fiesta, que este año ha ganado en sabor jarrillero, ha sido un éxito también de participación popular gracias al trabajo voluntario de diferentes asociaciones: la plantación del nuevo viñedo de la mano de Portugaleteko Mahastizainak Txakolinaren Elkartea; la presentación de los 2 nuevos gigantes: Casilda Iturrizar y Nisio, el último palangrero, a cargo de la comparsa Zubira, y una nueva recreación de la batalla de bandos por parte de la asociación Portu 701 «aderezaron» la fiesta con eventos de exaltación portugaluja.