Su propietario desmiente que se trate de un criadero.
Señala que el local ejerce de “casa cuna” donde permanecen los cachorros hasta su “venta o adopción”, y niega cualquier tipo de maltrato hacia los animales.
Afirma que había presentado la documentación necesaria en el Ayuntamiento en el mes de septiembre, pero que “la situación se ha ido demorando”, y hoy mismo ha vuelto al consistorio fabril.
Esta es la conversación que manteníamos esta misma mañana en el interior de la lonja…