En 2020 el servicio atendió a 72 adultos y 61 menores
33 casos venían de antes y, en una situación normal, se hubieran cerrado, pero los problemas mentales, derivados de la actual situación, no lo han permitido.
La memoria anual del servicio de intervención socio-educativa desmonta también estereotipos sobre el tipo de familias que habitualmente hacen uso de él.