El PNV ha denunciado su «lamentable» estado»; la hierba campa a sus anchas; y le ha recordado al alcalde que no es un «marrón heredado» sino una instalación municipal de la que se debe «ocupar y preocupar», máxime teniendo en cuenta que fue el resultado de un proceso participativo entre los jóvenes del municipio, y que es la única pista de este tipo en toda la cornisa cantábrica.
La pista, que se inauguró cuando el Partido Nacionalista Vasco gobernaba en Trapagaran, tuvo un coste para las arcas municipales de alrededor de 80.000 euros, pero, según el alcalde, el socialista Miguel Ángel Gómez Viar, siempre ha estado «infrautilizada».
«Vayas a la hora que vayas nunca hay nadie», ha señalado
En palabras del primer edil, «cuando se hace una inversión de este tipo hay que mirar antes que esté justificada y que luego se le va a dar un uso».