La Policía Local ha precintado esta mañana los accesos a un pabellón industrial situado en el número 15 de la calle Ocho de Septiembre, con el fin de evitar la entrada en el mismo «ante el riesgo para la salubridad y la seguridad que supone la mera presencia de personas en su interior». Se trata de una medida cautelar tomada mediante un Decreto del concejal de Vivienda, Planificación y Gestión Urbanística, Juan Antonio Pizarro.
Según ha recordado el concejal de Seguridad Ciudadana y Protección Civil, Ángel Madrazo, la medida se ha tomado a raíz de una intervención de la Policía Local realizada el 5 de julio. «Inicialmente se trataba de una operación para verificar el estado de la instalación eléctrica en dos edificios, pero durante la intervención los agentes localizaron a seis menores de edad que, al parecer, estaban pernoctando en el pabellón pese a que se encuentra en condiciones de insalubridad y no está habilitado para su uso como vivienda».
La presencia de los menores requirió en su momento la intervención de los servicios sociales, ante la posibilidad de encontrarse en una situación de abandono en sus cuidados. La Diputación Foral se hizo cargo de cuatro de estos menores.
Con carácter previo al precinto de hoy, se ha permitido a los propietarios que se lleven los enseres y vehículos que había en el interior del pabellón, si bien uno de los coches ha sido presuntamente robado, motivo por el cual la Policía Local ha ordenado que permanezca en la nave.
Madrazo ha destacado la necesidad de esta actuación «ante la degradación que presenta la zona y el riesgo que ello supone para las personas».
Además de impedir el acceso al pabellón, el área de Vivienda, Planificación y Gestión Urbanística del Ayuntamiento ha instado a la propiedad «a que se abstenga de realizar cualquier tipo de actuación el inmueble sin recabar previamente autorización municipal y el correspondiente desprecinto».
VERTIDO DE FECALES
En el Decreto, se recuerda asimismo que la nave industrial está fuera de ordenación urbana y que a instancias de la Agencia Vasca del Agua-URA tanto la Policía Local como la Inspección Municipal han comprobado que se están vertiendo las aguas fecales al río Cadagua y a la vía pública.
El operativo policial del pasado 5 de julio se produjo a raíz de un problema con la instalación eléctrica de una vivienda y un pabellón colindante. Vecinos y vecinas habían informado a la Policía Local que se había producido algún tipo de chispazo en el interior de los inmuebles, llegándose a originar algún conato de incendio. El riesgo para los residentes se consideraba importante. Cabe recordar que años atrás ya se produjo un incendio en un edificio próximo de Zorroza, en Bilbao, con consecuencias dramáticas para la vida de las personas.
Personal técnico de Iberdrola, acompañado por varias dotaciones de la Policía Local y la Ertzaintza procedieron a realizar una revisión y detectaron que se había realizado un enganche ilegal al alumbrado público. Es por ello que cortaron el suministro en ambos edificios y los servicios municipales retiraron de todo el cableado exterior de la vivienda y el pabellón, de forma que no se puedan enganchar irregularmente de nuevo en el suministro eléctrico.
