Residentes y trabajadores han sido los últimos en escuchar la entrañable canción jarrillera desde la megafonía de un coche patrulla.
Iniciada la desescalada, y teniendo en cuenta que precisamente a partir de las 8 de la tarde poca gente está confinada, no tenía sentido continuar con esta iniciativa, que surgió de forma espontánea entre los agentes.
Ahora son más necesarios patrullando en la calle pues es la hora del paseo o de hacer deporte.