Estos automóviles recibieron el tratamiento de residuo sólido urbano, y trasladados por lo tanto a un centro gestor autorizado donde se encargaron de desguazarlos siguiendo criterios de reciclaje, descontaminación y eliminación de las piezas inservibles.
Si se compara con el año 2012, el número de vehículos que han quedado desatendidos por sus dueños ha experimentado una caída del 12% debido a que “se está realizando una mejor gestión de los expedientes y a que se ha detectado que cada año se abandonan menos coches en Sestao”.