Su adquisición forma parte del Plan de Modernización de Recursos Materiales de la Policía Local.
Se trata de armas no letales que inmovilizan de manera temporal(durante 5″) mediante una descarga eléctrica; el cerebro, al verse saturado de estímulos, da la orden de bloqueo de todos los músculos.
Todas las intervenciones quedarán registradas por cámaras corporales policiales.