La Diputación incoó el pasado 28 de febrero un expediente sancionador por un incumplimiento “muy grave” acaecido la noche y madrugada del 1 de febrero.
La propia residencia, ubicada en Ortuella, informó a la Diputación días después de esa jornada, que el personal del turno de noche “no acudió a su puesto de trabajo” por lo que esa noche “no hubo nadie” atendiendo a los residentes.
El diputado de Acción Social, Sergio Murillo, ha explicado que se puede enfrentar a una sanción económica de hasta 600.000 euros, una suspensión temporal de su actividad o a una suspensión de la financiación pública.
Según el acta de la empresa incluida en el expediente, y en base a lo que relató el Comité de Empresa, la inexistencia de personal esa noche se debió a “una cadena de errores totalmente involuntarios”.
Murillo ha señalado, en cualquier caso, que las residencias “funcionan bien”, algo que ratifican las propias familias ya que en la última encuesta de satisfacción otorgaron una nota media de “7,9 puntos sobre 10”.