Y eso sólo en la calle Koskojales y adyacentes, epicentro de la multitudinaria fiesta portugaluja
Han sido necesarios 80 litros de desinfectante, y un equipo de trabajo de más de 40 operarios para que la villa volviera a lucir limpia a primera hora de la mañana.
El alcalde, Mikel Torres, ha calificado de “espectacular” lo vivido el sábado en el municipio jarrillero.
Pese a la gran afluencia de gente, la fiesta se desarrolló sin ningún incidente reseñable.